Blake Hester de Game Informer publicó un informe detallado sobre el Bully 2 que pudo haber sido y lo que llevó al estudio a desarrollar la secuela. En resumen, Rockstar New England se movió en múltiples direcciones hasta el punto en que Bully 2 ya no era el centro de atención de los desarrolladores que trabajaban allí.
Rockstar New England, que fue comprado por Rockstar cuando el primero estaba loco Doc Software y fue responsable de la remasterización de próxima generación del primer Bully en ese momento, tenía planes ambiciosos para la secuela, un juego más grande y caracterizado que podría estar junto a LA Noire y Grand Theft Auto 4 como un gran lanzamiento digno de el nombre de Rockstar.
Sin embargo, no fue así, ya que el estudio fue empujado en múltiples direcciones, llamado para ayudar con proyectos como Red Dead Redemption y Max Payne 3 y se sumergió en la cultura crujiente que vino con trabajar en esos juegos. Esto hizo que muchos desarrolladores de Rockstar New England se fueran, pero el estudio también se vio afectado por despidos, lo que aseguró que Bully 2 no vería la luz del día. También es una pena, porque el juego se podía jugar de seis a ocho horas, aunque no se podía enviar a la venta en ese momento.
El informe de Blake es una lectura excelente y ofrece información sobre las ambiciones de un estudio que busca demostrar sí mismo. No se trata solo de la caída de un estudio, sino de las partes buenas del desarrollo, el lado creativo de las cosas. Es una mirada completa a lo que sucede a alto nivel en un estudio de juegos.
Rockstar, mientras tanto, está en un estado de cambio constante. Grand Theft Auto Online es un éxito fenomenal, pero la remasterización de GTA Trilogy terminó siendo un desastre. Crunch también ha sido un tema constante en torno al desarrollador, aunque es de esperar que esté tomando medidas para solucionar ese problema.