¿Significa que los contratistas cobran más deliberadamente o se niegan a aceptar trabajo? No necesariamente. Por lo general, hay una razón legítima para la variación: tener empleados más experimentados o equipos y materiales de mayor calidad. Sin embargo, las organizaciones tampoco contabilizan ni comprenden completamente sus gastos, cobrando de más o cobrando de menos a los clientes a su vez. Por esta razón, el presupuesto es vital. Sin él, una empresa con una fuerza laboral capacitada, un excelente equipo de marketing y nuevos equipos no podrá administrar su salud financiera.
Comience con los costos
Los dueños de negocios primerizos generalmente comienzan el proceso de elaboración de presupuestos determinando sus ingresos potenciales para el año. Creen que considerar sus ganancias les dará una idea del dinero que pueden gastar de manera segura. Sin embargo, también pasan por alto cómo pueden alcanzar sus ingresos proyectados. La realidad es que estas proyecciones están más allá de su control. Como tal, debe comenzar y terminar con sistemas organizados y detallados que proyecten el gasto anual en diferentes categorías, como cuánto gastar en seguros comerciales para los servicios de remoción de escombros que ofrece y presta, por ejemplo, y use estos montos para calcular los ingresos necesarios para cubrir todo.
Costos directos
Los costos directos se refieren a los gastos relacionados con los proyectos que completa la empresa, incluida la mano de obra, el equipo, los subcontratistas y más. Quizás el desafío más importante para las nuevas empresas es comprender los costos laborales precisos. Después de todo, los empleadores gastan mucho más en sus empleados que su ingreso básico. Más allá de sus salarios por hora, también tendrá que asumir los gastos de lo siguiente:
Seguro social
Impuestos de desempleo
Compensación para trabajadores
Cobertura de responsabilidad general
Baja por enfermedad y vacaciones pagadas
Seguro médico
Horas extras
Costos fijos
Todas las empresas tienen gastos en los que incurren sin importar el nivel o la consistencia de sus actividades, y los contratistas no son una excepción. Esto se conoce como costos fijos, que son gastos que deben liquidarse a intervalos regulares y permanecer constantes. Algunos de estos incluyen, entre otros, salarios de oficina, gastos de intereses, servicios públicos y alquiler, y servicios de marketing, por nombrar algunos.
Costos variables
A diferencia de los costos fijos mencionados anteriormente, los costos variables son gastos que pueden cambiar en cantidad o términos según las actividades de la empresa cambian. Ejemplos de gastos variables son los gastos de viaje, las reparaciones y el mantenimiento de vehículos, los suministros de oficina, los bonos o incentivos y las comisiones.
Conclusión
Presupuestar correctamente como contratista no es poca cosa. Requiere una gran cantidad de cálculos numéricos, después de todo. Sin embargo, si tiene en cuenta todos los costos directos, fijos y variables de su empresa y los compara con los flujos de ingresos proyectados, podrá mantener su negocio económicamente saludable y generar márgenes de ganancias más amplios.