En un giro de los hechos sin precedentes, se están presentando casos ante la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EE. UU. contra tres de las compañías más grandes del mundo, por brindar acceso a juegos de tragamonedas y casinos sociales gratuitos.

El Tribunal de Distrito de los EE. UU., Distrito Norte de California, el juez Edward J. Davila, emitió este fallo para ser discutido en el tribunal dentro de una semana, a pesar de que dos de los tres reclamos ya fueron desestimados debido a la ambigüedad en esas disposiciones.

Los casos involucran algunos nombres importantes en los mercados sociales como Google, Apple y Meta, lo que podría tener serias implicaciones en el futuro, especialmente contra los desarrolladores de aplicaciones de casino social y su capacidad para monetizar sus productos. Las aplicaciones de casino social como las creadas por Zynga o SciPlay no deben confundirse con los casinos móviles de aquí que aceptan dinero real. apuestas en USD, AUD o CAD para juegos de casino. Dichos casinos con dinero real generalmente no se aceptan en la App Store a menos que estén regulados localmente en la jurisdicción donde un jugador quiera descargarlos.

Todas las empresas tienen un caso claro que presentar, si sus plataformas podrían ser derecho a la inmunidad por tener esas aplicaciones de casino social ilegales, pero no contra el procesamiento y la recepción de pagos de clientes de todo el mundo.

¿Cuáles son las implicaciones?

Se ha vuelto cada vez más claro en el el año pasado que esas quejas se atribuyen directamente a las acciones realizadas por Apple, Meta y Google, pero no directamente a las empresas que crearon esas tragamonedas, bingo y otros juegos de cartas gratuitos.

Este problema comenzó el pasado año, cuando Donald Nelson y Cheree Bibbs demandaron a Apple en el mismo tribunal, alegando que cada uno gastó más de 15 mil dólares en la App Store mientras descargaba juegos estilo casino en sus dispositivos.

Ahí es donde está el problema, a pesar de que el dinero real no se solicita directamente en su cuenta, los apostadores son atraídos a realizar compras en el juego para desbloquear jugadas diferentes y más avanzadas, algo que esas plataformas cortaron las compras.

Las implicaciones podrían ser reales y verse afectadas por la nueva regla, pero las empresas que realmente sentirán esta postura dura son las que desarrollan las aplicaciones, los fabricantes de juegos y otras empresas que cotizan en bolsa todos los días.

Para que quede más claro cómo este nicho se fortalece cada año, las tragamonedas gratuitas y las aplicaciones de casino se han beneficiado de casi 6 mil millones de dólares en 2020, números que ciertamente aumentaron en los últimos dos años durante la pandemia y el gran auge del juego móvil habían sido parte.

Una de las muchas acusaciones enfatizadas en el discurso del juez Dávila es bastante clara, que la regulación no está actualizada a la actual mercado en lo que Dávila describe como:

“El objetivo basado en datos en g de consumidores por las grandes plataformas de redes sociales difícilmente puede compararse con Internet de 1996. Plataformas como Facebook, Google y Apple son más que meros tableros de mensajes, son creadores de contenido y deben ser tratados como tales”.

Apple, Google y Meta están utilizando sus propios datos y algoritmos para apuntar a los jugadores a las tragamonedas gratuitas y los juegos de casino sociales presentados en sus tiendas de aplicaciones, pero no para el proceso de pago real, que es algo que afirman las víctimas..

Curiosamente, las insinuaciones de las víctimas están dirigidas a esas tres empresas y no a las máquinas tragamonedas y juegos de casino gratuitos, reclamando sus”propias malas acciones”de varias maneras que se relacionan con las regulaciones locales, como el empleo y los impuestos.

¿El futuro de los casinos sociales?

Aunque estas demandas han sido públicamente enfatizadas durante los últimos años, la verdad es que compañías como Meta ya han creado”grupos de trabajo”especiales para ver las desventajas potenciales de los productos que ofrecen en su pl atforms.

Los casinos sociales siempre tendrán un lugar en la industria, pero juego responsable es algo que puede solo ser “predicados” por las empresas que ofrecen esas actividades, mientras que los servicios de regulación deberían ser los que se encarguen de los asuntos.

Uno de los principales focos podría ser extender los cambios en los permisos para iGaming, que algunos estados de EE. UU. como California ya lo tienen, pero eso no evitaría que las personas se vuelvan adictas y realicen compras no reveladas.

Como todo en el mercado digital, hay algunas consideraciones que hacer para un mejor desarrollo de los productos, y compañías como las mencionadas en estas demandas sin duda harán una declaración al respecto.

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