OpenAI, la startup detrás de la sensación de IA ChatGPT, parece tener algunos problemas internos, no con sus sistemas o productos, sino con los empleados. Según los informes, muchos altos ejecutivos están descontentos con la dirección y la estrategia futura de la empresa, así como con su director ejecutivo, Sam Altman. Algunos de ellos han dejado OpenAI para unirse a Google, su rival de inteligencia artificial, mientras que otros planean renunciar pronto.

Según la publicación alemana BR24, los empleados de OpenAI están preocupados por el rápido crecimiento de la empresa. En los últimos seis meses más o menos, la plantilla de la empresa ha crecido un 500 %, de 100 empleados en diciembre de 2022 a casi 600 ahora. Este crecimiento está impulsado por inversiones multimillonarias lideradas por Microsoft. Como parte del trato, se dice que el fabricante de Windows se quedará con la gran mayoría de las ganancias de OpenAI.

Al parecer, esto no ha resonado bien entre algunos altos ejecutivos de OpenAI. Para empeorar las cosas, el director ejecutivo Sam Altman ha criticado abiertamente las tecnologías de IA no reguladas. Algunos ejecutivos sienten que sus declaraciones son “solo accesorios para apaciguar a los políticos”. No parece gustarles el enfoque autocrítico de Altman. El CEO de OpenAI ha advertido que las futuras versiones de ChatGPT podrían ser demasiado poderosas para confiarlas al público en general.

“Los empleados dicen que él solo tiene una comprensión superficial de muchos temas y apenas se preocupa por el día a día.-día laboral”, el informe estados. Si bien no se mencionaron nombres, la publicación alemana confirma que muchos empleados de OpenAI ya renunciaron. Algunos más planean hacerlo en las próximas semanas. Varios de ellos ya han firmado contratos con Google y ayudarán a la empresa en sus esfuerzos de inteligencia artificial, incluido el rival de ChatGPT, Bard.

OpenAI contrató originalmente a ex empleados de Google y Meta para crear ChatGPT

Al contratar expertos en IA de OpenAI, Google está recuperando lo que perdió ante su archirrival en el pasado. A partir de febrero de este año, más del 25 por ciento del personal total de OpenAI eran ex empleados de Google, incluidos algunos de su laboratorio de investigación de IA DeepMind. Un informe de Business Insider dijo que 59 de los más de 200 empleados del creador de ChatGPT trabajaron anteriormente para Google. Otros 34 se unieron desde Meta, mientras que OpenAI también contrató a Apple, Amazon, Microsoft y otras empresas tecnológicas.

Los informes sugieren que OpenAI siguió cazando furtivamente a los ex empleados de Google en los meses siguientes. Como decía el nuevo informe, la empresa cuenta actualmente con una plantilla de alrededor de 600 personas. Este crecimiento exponencial es un testimonio de sus ambiciones y la popularidad de ChatGPT. Según los informes, su sitio web (openai.com) ya superó los dos mil millones de visitantes mensuales. Queda por ver cómo o si esta fuga de cerebros a Google afecta a OpenAI.

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