Daisy, el robot de reciclaje de Apple
Un nuevo informe muestra cómo Apple continúa yendo más allá de sus competidores directos al reducir su huella de carbono.
La sostenibilidad es un gran problema para Apple, por eso se destaca muy por encima de su competencia cuando implementa iniciativas ambientales.
Como señala Counterpoint Research, alrededor del 80% de la huella de carbono de un teléfono inteligente está en su producción, y las empresas pueden tomar medidas para ayudar a reducir la presión que la fabricación ejerce sobre el medio ambiente.
Pero esos no son los únicos lugares donde una empresa puede realizar cambios. Los fabricantes también pueden marcar la diferencia al crear productos que tengan una vida útil más larga, sean más fáciles de reparar y se puedan reutilizar o reciclar una vez que el consumidor termine con ellos.
“Cada [fabricante de teléfonos inteligentes] tiene su propia visión y enfoque general hacia la sustentabilidad”, escribe Counterpoint Research.”La visión de Apple parece ser más clara que la de su competencia y sus acciones respaldan dicha visión”.
El informe destaca cómo Apple ha avanzado a pasos agigantados para mantener su proceso de fabricación ecológico al mismo tiempo que trabaja para mantener los modelos de teléfonos más antiguos en funcionamiento durante más tiempo.
Samsung ocupó el segundo lugar y obtuvo una puntuación alta en reparabilidad, eficiencia energética y redes posventa.
El informe también sugiere que los fabricantes de teléfonos inteligentes pueden aumentar sus puntajes de sustentabilidad al forjar asociaciones con revendedores acreditados y empresas de reparación de terceros.
Al ofrecer a los clientes formas sencillas de reparar un dispositivo averiado o cambiar un dispositivo antiguo cuando llega el momento de actualizarlo, las empresas pueden trabajar para evitar que los dispositivos acaben en los vertederos.
En 2020, Apple se convirtió en una empresa neutra en carbono. La vicepresidenta sénior de Apple, Lisa Jackson, señaló que la compañía logró esto no solo mediante la compra de créditos de carbono, sino también al priorizar la energía limpia.
El gigante tecnológico con sede en Cuptertino también ha dado grandes pasos en lo que respecta al reciclaje de componentes para su reutilización. Apple utiliza a Daisy, un robot de reciclaje, para desmontar 1,2 millones de iPhones por piezas cada año.
En 2016, Apple se unió a una iniciativa global llamada RE100, en la que buscaban cambiar por completo a las energías renovables. En la primavera de 2018, Apple anunció que sus centros de datos, tiendas minoristas y la sede central de Apple Park en Cupertino funcionaban con energía 100 % renovable.