Samsung se enfrenta a la feroz competencia de Apple y otras marcas chinas. Sin embargo, la firma surcoreana sigue siendo la marca más rentable en el segmento de teléfonos inteligentes con Android. Todavía no está cerca de Apple en lo que respecta a la rentabilidad, pero está en una posición mucho mejor que cualquier otro fabricante de teléfonos inteligentes con Android.
Según un nuevo informe de Counterpoint Research, el lanzamiento de la serie Galaxy S23 ayudó a Samsung a mejorar su ASP (precio de venta promedio) a $340 en el primer trimestre de 2023. Esta es una mejora del 17 % en comparación con el año pasado y una mejora del 35 % en comparación con el cuarto trimestre de 2022. La empresa tenía una participación de mercado del 22 % en términos de envíos, 1 punto porcentual menos que Apple durante el mismo trimestre. Xiaomi tenía una participación de mercado del 11% a nivel mundial en términos de envíos de teléfonos inteligentes, ubicándose en la tercera posición. OPPO ocupó el cuarto lugar con una participación del 10% de los envíos y Vivo con una participación de mercado del 7%.
Es difícil estar en el despiadado mercado de los teléfonos inteligentes, donde Apple y Samsung engullen el 96 % de todas las ganancias
Sin embargo, cuando se trata de ganancias, Apple y Samsung engulle casi el 96% de todas las ganancias en la industria global de teléfonos inteligentes. De eso, Apple tiene el control sobre el 72% de las ganancias, mientras que Samsung tiene una participación del 24% de las ganancias. Esto deja a todas las demás marcas de teléfonos inteligentes con Android con solo un 4% de participación en las ganancias en conjunto.
Apple genera la mitad de los ingresos en el mercado de teléfonos inteligentes debido a un ASP mucho más alto en comparación con cualquier otra marca de teléfonos inteligentes. Aunque OPPO (OnePlus y Realme incluidos), Vivo y Xiaomi han aumentado últimamente los precios de sus teléfonos, no se ven por ningún lado en términos de ingresos o ganancias en comparación con Apple y Samsung. Significa que ninguna de las marcas chinas está vendiendo dispositivos de alta gama en un volumen suficiente.
