La Unión Europea (UE) ha estado discutiendo la posibilidad de imponer un”impuesto de tráfico”a las empresas de tecnología para financiar la infraestructura de telecomunicaciones y aumentar la 5G en todo el bloque. La idea es que todos los actores del mercado que se benefician de la transformación digital asuman sus responsabilidades sociales y hagan una contribución justa y proporcionada a los costos de los bienes, servicios e infraestructura públicos. Sin embargo, el programa de política digital no crea un impuesto, ni especifica lo que se considera una contribución justa. En este artículo, exploraremos cómo los estados miembros de la UE votaron sobre el”impuesto de tráfico”de la UE para las empresas de tecnología.

Antecedentes

La UE ha estado intentando reformar las normas del impuesto de sociedades para que los beneficios se registren y graven cuando las empresas tengan una interacción significativa con los usuarios. En marzo de 2018, la Comisión Europea propuso nuevas reglas para garantizar que las actividades comerciales digitales se gravan de manera justa y favorable al crecimiento en la UE. La propuesta tenía por objeto establecer normas relativas a la fiscalidad de las empresas con presencia digital significativa. La UE está tratando de controlar a los gigantes tecnológicos y evitar el surgimiento de empresas dominantes anticompetitivas.

La propuesta del “Impuesto al tráfico”

La propuesta del “Impuesto al tráfico” es parte de un importante programa de políticas para hacer de Europa un líder tecnológico para 2030. El Consejo, que representa a los 27 gobiernos de la UE, adoptó su posición sobre el programa de políticas el 11 de mayo de 2022. La propuesta insinúa un futuro impuesto para el uso de la infraestructura de telecomunicaciones por parte de las plataformas en línea.. Los países miembros de la UE quieren que las empresas tecnológicas como Google y Netflix aporten dinero en efectivo para la infraestructura de telecomunicaciones para aumentar la 5G en todo el bloque. La propuesta tiene como objetivo hacer que las plataformas en línea extranjeras soporten parte de la carga de una infraestructura costosa.

Cómo votaron los Estados miembros de la UE

Según un informe de Reuters, la mayoría de los estados miembros se oponen a la imposición de la UE de un “impuesto de tráfico” a empresas tecnológicas como Google y Meta. Creen que esto conducirá a una brecha en la financiación y la inversión. Incluso si la UE aprueba este impuesto, estas marcas tecnológicas simplemente pasarán el costo a sus usuarios. La UE lanzó una reunión de consulta de 12 semanas en febrero de este año, exigiendo a las empresas de tecnología como Apple, Netflix y Google que ocupan más recursos de banda ancha que paguen un”impuesto de Internet”para ayudar a construir la infraestructura de la red 5G.

El borrador del documento, parte de las consultas con la industria, sugiere que las empresas podrían contribuir a un fondo para compensar el costo de construir redes móviles 5G e infraestructura de fibra óptica. También propone que los fondos ayuden a crear un sistema obligatorio para inducir a los gigantes tecnológicos a pagar a los operadores de telecomunicaciones. Sin embargo, no todos los estados miembros de la UE apoyan esta idea

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Los estados miembros que se oponen a la imposición del”impuesto de tráfico”son los siguientes:

Austria Bélgica República Checa Dinamarca Finlandia Alemania Irlanda Lituania Malta Países Bajos

Los estados miembros neutrales son los siguientes:

Polonia Portugal Rumanía

Los Estados miembros que apoyan el impuesto son los siguientes:

Chipre Francia Grecia Hungría Italia

La UE ha propuesto nuevas normas para garantizar que las actividades comerciales digitales se graven de manera justa y favorable al crecimiento en la UE. La propuesta también tiene como objetivo establecer normas relativas a la fiscalidad de las empresas con una presencia digital significativa. Además, las nuevas reglas intentan evitar la aparición de empresas dominantes anticompetitivas.

Los estados miembros de la UE advierten

Siete países de la UE enviaron una carta a la Comisión Europea advirtiendo contra cualquier posible Decisiones apresuradas sobre un impuesto de”participación justa”en las empresas de tecnología. Los países incluyen Irlanda, Luxemburgo, Malta, Chipre, Hungría, Letonia y Lituania. La carta advertía que la UE no debería emprender ninguna acción que pudiera socavar el proceso de reforma fiscal internacional. Los países también pidieron una solución global al problema de gravar a las empresas digitales.

En 2018, la UE propuso un impuesto del 3 % sobre el volumen de negocios de las grandes empresas tecnológicas de EE. UU. El impuesto solo se aplicaría a las grandes empresas con ingresos mundiales anuales superiores a 750 millones de euros (924 millones de dólares). El umbral para los ingresos de la UE se ha elevado desde los 10 millones de euros inicialmente previstos para eximir del impuesto a las empresas más pequeñas y las nuevas empresas emergentes. Las grandes empresas estadounidenses como Uber, Airbnb y Amazon también podrían verse afectadas por el nuevo impuesto, que se aplicaría en los 28 países de la UE. El impuesto se presenta en el borrador como una medida temporal que solo se implementaría si no se llega a un acuerdo sobre una solución más integral, y posiblemente global, para gravar las ganancias digitales de las empresas en los países donde se generan.

Palabras finales

Los estados miembros de la UE han estado discutiendo la posibilidad de imponer un”impuesto de tráfico”a las empresas de tecnología para financiar la infraestructura de telecomunicaciones y aumentar la 5G en todo el bloque. Sin embargo, la propuesta parece no estar obteniendo la aprobación de la mayoría de los estados miembros. La UE ha propuesto nuevas reglas para garantizar que las actividades comerciales digitales se gravan de manera justa y favorable al crecimiento en la UE. La propuesta también tiene como objetivo establecer reglas relacionadas con la tributación corporativa de una presencia digital significativa.

La región también está tratando de controlar a los gigantes tecnológicos y evitar el surgimiento de empresas dominantes anticompetitivas. Siete países de la UE han advertido a la Comisión Europea contra cualquier posible decisión precipitada sobre un impuesto de”reparto justo”a las empresas tecnológicas. Los votos muestran que más naciones de la UE se oponen a la propuesta. Algunos países han pedido una solución global al tema de la tributación de las empresas digitales. En 2018, la UE propuso un impuesto sobre el volumen de negocios del 3 % para las grandes empresas tecnológicas estadounidenses. El impuesto solo se aplicaría a las grandes empresas con ingresos mundiales anuales superiores a 750 millones de euros (924 millones de dólares).

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