Aunque muchas personas en el mundo occidental recuerdan a Huawei como una marca pionera de teléfonos inteligentes, el negocio principal de la empresa era vender equipos de telecomunicaciones 5G antes de que el gobierno de EE. UU. incluyera a Huawei en la lista negra debido a temores de seguridad nacional. Sin embargo, según un nuevo informe del Asia Times, esta decisión de prohibir que Huawei participe en el desarrollo de redes 5G podría tener repercusiones económicas de más de $100 mil millones para EE. UU. y sus aliados.
Las preocupaciones sobre Huawei surgieron por primera vez en 2019 cuando la administración Trump prohibió a la compañía hacer negocios, citando que Huawei estaba accediendo de forma encubierta a información confidencial y enviándola de vuelta a China. Si bien no se compartió con el público evidencia concreta de actividades de espionaje, la administración posterior de Biden reforzó estas sanciones para impedir el acceso de China a tecnologías avanzadas, incluidos los semiconductores de alta gama.
Sin embargo, esta guerra tecnológica en curso entre los dos economías está afectando a varias partes interesadas, incluidos operadores de red, consultores, economistas y gobiernos de todo el mundo. Según un estudio del Instituto de Economía de Oxford, optar por alternativas a Huawei aumentará el costo total de implementación de 5G en más del 19%. Además, en un escenario de costo medio, esta prohibición podría conducir a una reducción de $ 105,5 mil millones en el PIB de países como Australia, Canadá, Francia, Alemania, Japón, India, el Reino Unido y los Estados Unidos para 2035.
Repercusiones de la prohibición de ventas en Huawei
La reciente prohibición de ventas a Huawei no solo limitará la capacidad de la empresa para realizar negocios, sino que también tendrá un efecto dominó en toda la cadena de suministro, ya que empresas como Qualcomm perderían a uno de sus principales clientes. Por lo tanto, los legisladores deberán equilibrar los beneficios económicos de utilizar el equipo de Huawei con los riesgos de seguridad nacional, ya que las redes de telecomunicaciones son vitales para el desarrollo de una nación y forman la columna vertebral de las economías avanzadas.
Alternativamente, EE. UU. y sus aliados pueden desarrollar su tecnología de telecomunicaciones, como Corea del Sur y Japón, para reducir la dependencia de proveedores extranjeros y establecer cadenas de suministro y propiedad intelectual nacionales.
