Corte Suprema de EE. UU.
La Corte Suprema ha sostenido que las plataformas de Internet, como las redes sociales, no son responsables del contenido y las acciones de los usuarios, incluso si resultan en una conducta delictiva o la muerte.
El jueves, la Corte Suprema dictaminó que Twitter no podía ser responsable por ayudar e incitar a un ataque terrorista ejecutado por ISIS, manteniendo la inmunidad otorgada por la Sección 230.
La demanda original fue presentada por la familia de Nawras Alassaf, quien se encontraba entre las 39 personas que murieron en un ataque de ISIS en enero de 2017 en Estambul. Presentada en California, la Ley Antiterrorismo permite a los ciudadanos de los EE. UU. demandar a aquellos que”ayudan e instigan, brindando asistencia sustancial a sabiendas”al terrorismo.
La lógica es que, dado que Twitter y otros sabían que ISIS usaba sus servicios, las empresas de tecnología no trabajaron lo suficiente para eliminar el contenido de la vista. Twitter cree que saber que hay terrorismo no es lo mismo que saber sobre”cuentas específicas que ayudaron sustancialmente”en el ataque, sobre las que podría actuar directamente.
La Sección 230 hace referencia a la parte de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996 que protege a los sitios web o servicios del contenido generado por sus usuarios, suponiendo que se haga un esfuerzo de”buena fe”para moderar el contenido ilegal.
En resumen, plataformas como Facebook, YouTube y Twitter no pueden ser consideradas editoras de ese contenido si otra persona lo publica allí.
Un problema con la existencia de la Sección 230 es que algunas partes creen que protege demasiado a los proveedores de servicios. Además, la definición de la ley es amplia a propósito, lo que lleva a acusaciones de que se está abusando de ella.
Parte de eso es la definición del contenido objetable que podría considerarse extraíble. Cuando se trata de contenido político, la eliminación de ese contenido podría considerarse un comentario político o, peor aún, censura.
Si bien la Sección 230 sigue siendo el statu quo, el creciente apoyo bipartidista a los cambios sugiere que esto puede no ser siempre cierto.
Es poco probable que se derogue por completo la Sección 230, y es más plausible modificarla. Sin embargo, aunque el apoyo a los cambios puede ser bipartidista, cada partido quiere cambios diferentes e incompatibles.